Date permiso a sentir: frustración, dolor, tristeza, enojo, ira, cansancio, en fin, ponle nombre a la emoción que te inspira un grito de auxilio que sale de tu alma.
Sentirlo está bien y es normal porque la vida no es color de rosa todo el tiempo y cuando es así, se vale expresar lo que realmente sientes.
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Vengo hoy a decirte, que sí, nos pasa a TODOS, las malas experiencias o sentirnos mal no les gustan a NADIE, y que vivas el proceso... pero... un tiempo, luego te toca levantarte y seguir adelante, aún con el dolor, el enojo el sentimiento que sea, te toca levantarte y seguir adelante porque cada situación te presenta una oportunidad de crecimiento, sé que es difícil ver esa oportunidad en medio de la frustración o dolor pero ESTÁ AHÍ.
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¿Qué te puede ayudar?
· Evita la auto compasión.
· Asume tu responsabilidad de avanzar.
· Aprende de la mala experiencia.
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Cada vez que nos encontramos con una mala experiencia o una situación que nos enaltece las emociones no tan positivas, llegamos a conocernos un poco mejor a nosotros mismos. Es como una oportunidad de ver que hay en ti realmente, de conocerte mejor y que salga “el monstruo que vive en ti” y lo conozcas y sepas cómo manejarlo.
Sólo debes estar dispuesta/o a perseguir la oportunidad con tu mejor actitud, porque tu actitud es lo único que puedes controlar en medio de la tribulación es la actitud que asumes en medio de ella.
Claro, si la situación es una que no puedes manejar sólo, busca ayuda, recurre a personas que puedan ayudarte a salir de ellas, a superarlas. Dependiendo del tipo de situación puede ser Coach, Mentor, Psicológico, Psiquiatra, Doctor o tu familiar más cercano puede ayudarte a encontrar el camino.
Aquí para ti!
